miércoles, 12 de mayo de 2010

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El teatro...otro de mis intentos por ser creativa (o por disimular que lo soy). No hay nada más fácil que hacer que eres otra persona para que de alguna manera salga la creatividad que no tienes. También puede interpretarse como la forma que tengo, a veces, de salir del yo, que muchas veces no me gusta. Funciona hasta que bajas del escenario. Lo mismo me pasaba con el baile.
Pero el teatro no sólo es lo que se ve en esa foto, ni en el estreno de la obra y la siguientes funciones...Esa foto representa el final de un proceso muy largo e intenso. Ese proceso es el que hace que merezca la pena que pongas un pie en el escenario. Este año hemos sido casi 20 personas implicadas para que esos tres dias de representación fueran increibles, y lo logramos. Invertimos mucho tiempo y esfuerzo. Dormir estaba sobrevalorado, sólo porque durante 1 hora y media, tres días, disfrutásemos de lo que estabamos haciendo, y pudiésemos escuchar ese aplauso final por ello.
Es el segundo año que actúo en una obra. Tampoco es que lo papeles que llevo haciendo hasta ahora sobresalgan,ni tampoco me considero una gran actriz, pero me lo paso tan increiblemente bien...vale que al principio con los nervios no lo disfrutes, pero son tantos recuerdos buenos de ensayos, sesiones de fotos, preparar atrezzo...es un arte, un arte que tuve la suerte de probar en dos ocasiones...si el año que viene hay una tercera posible está en mis manos, pero nunca se sabe.
Es increible lo rápido que ha pasado todo...llevo dos semanas siendo presidenta de un jurado que está decidiendo sobre la culpabilidad y la inocencia de un pobre chico. Hacía de señora respetable a la que tampoco hacian mucho caso, digamos que yo era la de las ideas correctas, alguien tenia que poner orden...
12 personas durante hora y media en un escenario...a las que tengo que dar las gracias por todos los momentos vividos ahí encima.


Foto; Compañía de teatro, TUCH.
Cristina Montero.

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